Solo las mujeres que tienen los senos muy grandes saben perfectamente el gran problema al que pueden conducir.
Sudor, dolores de espalda, incomodidad, problemas con la ropa, el morbo de la gente, pero nada comparable con la rara enfermedad que sufre una británica de 25 años.
Fiona Hornby no solo tiene los senos muy grandes, sino que sufre una condición que hace que crezcan sin parar.
Se llama gigantomastia o hipertrofia virginal y consiste en el desarrollo exagerado y rápido de las mamas en la segunda etapa de la vida.
Puede ser uni o bilateral y se debe a una hipersensibilidad del parénquima mamario (tejidos densos) a las hormonas circulantes.
“He luchado contra su tamaño desde que tenía diez años y he ido viendo cómo han ido aumentando durante la pubertad. Me han arruinado la vida. Estoy encarcelada para siempre”, aseguró a The Daily Mail.
MEDIANTE CIRUGÍA… PERO PUEDE VOLVER EL PADECIMIENTO
Se puede tratar quirúrgicamente mediante una reducción mamaria, aunque puede reaparecer con el tiempo.
En casos extremos, se puede realizar mastectomía y reconstrucción. Por extensión, y en sentido práctico, se suele aplicar a aquellos casos de hipertrofia mamaria marcada, en general, con independencia de la edad de la paciente.
TALLA 125 COPA E
Tiene una talla 125 copa E y está cubierta de llagas, erupciones y manchas que le avergüenzan aún más.
Tener estos pechos significa hacer un esfuerzo extra para encontrar ropa y sufrir un dolor de espalda que la paraliza a cada momento dejándola estar de pie solo cinco minutos. “Evito amamantar a mi hijo de cuatro meses porque tengo miedo de asfixiarlo”, explica.
Su autoestima está por los suelos y para la edad que tiene siempre viste igual, porque no encuentra nada que se adecue a lo grandes que son sus pechos.